Hacía un buen día, demasiado bueno, seguramente. Como hay carreras para los críos allí nos zampamos poco después de las cuatro de la tarde. Corrieron los críos, tal y como estaba previsto. A las 5 en punto, mi hija María e Irene, la pequeña de Sebas, y a las 5 y cuarto, Inés, mi hija mayor, Rocío la hija de Paquito, Maite la grande de Sebas y Marcos, el crío de nuestro amigo Chicuelo, que ayer nos acompañó. Da gusto ver a tantos chiquillos corriendo.
A las siete menos cuarto comenzó el espectáculo. Nada más dar la salida, me dí cuenta de que ese no iba a ser mi día, ¡no podía con las patas!. Me iban saliendo los 21 km de La Roda por todos los lados, debe ser que no había recuperado bien. El caso es que las pasé bastante putas. Me acompañaron Ramón Pretel, Jose Luis Rueda "El Torpedo de Minaya", aunque al final no pudo aguantar el ritmo y se marchó, sacándonos unos 2 minutos, y un ratito que fue con nosotros Raul Puche, el amigo de Caudete, pero como iba un poco por delante su parienta, Olga, volvió con ella. Por cierto, ayer Olga hizo una buena carrera, bastante mejor que en Barrax, y no la pude pillar en ningún momento.
Lo mejor al final, porque ya que no había cerveza, María José, la mujer de paquito, me tenía guardado un bote, que me sentó de puta madre ¡gracias!.
En resumen, un mal día lo tiene cualquiera. Esperemos que Casas Ibañez se me de mejor.
Hasta mañana, si vivimos.
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